La familia Saatdjian
Arturo Saatdjian con el recién nacido "Arturito" en su casa de Los Olivos;1966 primer año de la historia de la urbanización.
Como comentamos en el ensayo que da inicio a este blog, los primeros
habitantes de Los Olivos comenzaron a mudarse a finales del año 1965. El que
tiene más tiempo viviendo en la misma casa desde el mes de diciembre de aquel
año es Arturo Saatdjian: aquí llegó, recién casado con su esposa Marcelina;
aquí nacieron sus hijos: Arturito, Alejandro, Anastasia y Antonio; aquí se reúne
la familia, en la casa numero 13, manzana 11 de la calle Portugal. Buenos vecinos, los más antiguos; de aquellos
que llegaron a Los Olivos para quedarse y dar ejemplo.
Arturo nos cuenta el inicio de su historia en Los Olivos. “Llegue a los Olivos el 5 de diciembre de
1965; vivía en un apartamento tipo estudio en Puerto Ordaz, monté los pocos
corotos que teníamos en una “pick up” y nos mudamos. Un judío que estaba
construyendo el urbanismo hizo una cuneta para que no se metiera la gente,
porque todavía no estaban terminadas las obras. Para llegar aquí había que pasar
por el frente del Copacabana, un conocido botiquín que estaba más o menos donde
ahora está la urbanización Los Mangos.
Tuve que comprar una manguera de 25 metros y conectarla a un tubo que
estaba en la calle, porque la casa no tenía agua. Después que nos mudamos, nos
fuimos a pasar las Navidades a Caracas y regresamos en enero”
“Los primeros meses las calles eran de granzón, solo había un
taxi y un autobús; nadie quería venir a
vivir para acá porque esto quedaba muy lejos. La vida en Los Olivos era
tranquila y sabrosa, no había abastos ni nada; después un señor colombiano montó
una bodega, que después se la vendió a los Mathinson y ahora es el supermercado Santamaría.
Eran buenos tiempos la gente no tenía tanta plata, pero con 3000 bs de inicial y 320 bs mensuales se
podía comprar una casa”
Estos son solo algunos recuerdos de Arturo Saatdjian,
fundador de Los Olivos e hijo de uno de
los fundadores de ciudad Guayana, Don Arturo, un pionero de aquellos que
llegaron aquí cuando comenzaba la década de los cincuenta, y en la región solo había
“monte, culebra y el sueño de
aquellos hombres que construyeron esta gran ciudad.