Los Olivos en 1968, cuando, todavía no era Puerto Ordaz

viernes, 23 de diciembre de 2016

La caimanera Oliveña: historia de una amistad


Las caimaneras son competencias informales donde  todo se regula  mutuo acuerdo. Esto es lo que caracteriza a estos eventos populares: un grupo de aficionados se reúne para practicar un deporte; “pican” o seleccionan a los miembros de  cada equipo y compiten sin llevar el tiempo y sin necesidad de árbitros. Ojalá que  las relaciones sociales pudieran desarrollarse de esa manera y los odios y los conflictos desaparecieran. 

En Los Olivos las caimaneras futbolísticas se juegan desde su fundación: primero el escenario era cualquier terreno  donde se colocaban piedras como imaginarias porterías; después  se construyó un campo de fútbol, en el terreno que hoy ocupa el centro comercial, frente a la iglesia y, por último,  en la cancha que hoy disfrutamos.

La caimanera más importante y tradicional es la del 24 de diciembre: un evento que poco a poco trasciende lo deportivo para convertirse en un gran encuentro socio-vecinal de Navidad. Empezó como una simple competencia  entre solteros y casados para convertirse en una fiesta decembrina.

La caimanera Oliveña se ha hecho famosa en  la ciudad: hasta integrantes de la vinotinto han “pateado” los 24 de diciembre en los Olivos, cuando el vecindario se acerca a compartir en este evento.

Es muy difícil nombrar a todos los protagonistas de esta historia llena de anécdotas, donde destaca la presencia de Tiziano, que según dicen ha participado en todas las caimaneras; o  la destreza de Jose Antonio” para “robarse el pique” y agarrar siempre a  los mejores jugadores para su equipo. Y mucho otros que se “entonaban y entonan”  para aportar al evento el mejor capital del  ser humano: “trasmitir alegría”

La caimanera siempre trae novedades: el año pasado la nota destacada fue el aterrizaje de San Nicolás en helicóptero y la calidad de las exquisiteces que disfrutaron los asistentes; este año la cosa se presenta más atractiva, con la inauguración de dos canchas  de grama artificial, y otras sorpresas que promete Manolo y su equipo de organizadores. 

Pero lo más grande es la amistad: la caimanera es la oportunidad para demostrar que Los Olivos es mucho mas que un espacio para vivir, es la historia de un gran sentimiento: el cariño entre los vecinos. Aunque muchos amigos ya no  están presentes: siempre se recuerda a Carlitos, Franco y muchos otros que ahora se me escapan. Y este año es inevitable hablar del carismático “Poli” todo un personaje de nuestra historia, nuestras calles y nuestra cancha que partió hace poco.  El poli siempre estuvo viendo la vida desde las gradas, con una “filosófia de caimanera” que se manifestaba en sus frases celebres: ¿Como estas Poli? “fregao pero acostumbrao”.

En fin, otra vez la Navidad y la caimanera del 24, que siempre se disfruta en Los Olivos y nos quiere recordar que solo lo que nace del cariño y la ternura permanece. ¡Ojala que esto lo entienda el país!.


Y como ahora las imágenes son más importantes que las palabras, a continucaciòn se inicia la galería de La caimanera. Invitando a quienes quieran participar a que envíen sus fotos.

Los de siempre y los que faltan en la foto 
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Talento que no se olvida



 Y como siempre "el poli" 




 Y nos vemos en la caimanera del 24 y de la vida