Los Olivos en 1968, cuando, todavía no era Puerto Ordaz

martes, 4 de enero de 2022

Los Olivos: un sentimiento en movimiento



Mi estimado sobrino Carlitos, que nació en Unare, vivió en Caronoco, Caracas y el exterior, nunca tuvo el placer de vivir físicamente en Los Olivos, pero siempre ha estado allí. En días pasados, recordando lugares importantes donde ha transcurrido la vida familiar, decía que, más que espacios físicos, esos sitios son sentimientos que poco a poco le van dando forma a la historia de nuestras vidas; y eso es lo que significa Los Olivos para su gente: un sentimiento.

Aunque las circunstancias han convertido a la urbanización en un lugar solitario, porque -entre otras cosas- muchos se han ido, esos que están lejos siempre están pendientes de lo que pasa en Los Olivos, aunque no esté pasando nada: a primera hora de la mañana se hace el primer contacto telefónico con los familiares para saber si ya han desayunado y que están comiendo; porque la curiosidad siempre ha sido una característica de los "Oliveños"; a media mañana la cosa se repite para saber si todavia hay agua y el trabajo doméstico no se ha atrasado; más importantes son las informaciones del medio dia, sobre lo que se almuerza y al caer la tarde y llegar la noche hay que estar al tanto de las visitas de los vecinos y las siempre importantes noticias  de las actividades de los ladrones.
 
Esto es así, porque aunque estén en la quinta avenida de Nueva York la gente de Los Olivos no olvida su "terruño" que es un sentimiento que no se olvida fácilmente. Y lo que aquí se cuenta hay que agradecérselo a los avances tecnológicos que remedian parcialmente el distanciamiento con las video llamadas e intercambios de imágenes y sonido en tiempo real, evitando que los seres queridos y el ambiente familiar quede congelado en el recuerdo.

Muchas veces al despertar, creemos que estamos en Los Olivos, pero al no escuchar las paraulatas, o el ruido que hace el autobus de Sidor, regresamos a la realidad que nos revela que estamos lejos acompañados de muchos sentimientos

Caracas 3  de enero de 2022
De Gioconda Lezama y José Carlos Blanco, con mucho cariño para la gente de Los Olivos