Laureano Rodriguez (hoy)
Cuando Los Olivos no era Puerto Ordaz, contaba con lugares paradisíacos que regalaba la orilla
del Caroní. Desde el sector Los Pedregales,
ubicado más o menos donde ahora está el Centro Ítalo venezolano, hasta El
Silencio, al lado del acueducto del antiguo INOS (hoy Hidrobolivar), había playas,
lagunas, caños y muchas otras cosas que luego desaparecieron con la represa. Era la oferta de la naturaleza que invitaba a los vecinos a vivir en sintonía
con ella
Se dice repetidamente que, Puerto Ordaz es una ciudad que
siempre ha vivido de espaldas al rio, pero en Los Olivos eso no era así, porque
constantemente se realizaban actividades turísticas, deportes náuticos, caza,
pesca y muchas otras donde el río era protagonista .
Pero la naturaleza siempre trae algunos problemas, porque las orillas de los ríos son riesgosas y eso preocupaba a los padres, ya que no había mayor
placer para los muchachos de aquellos días que “irse para Toro muerto”. Mas de
uno se perdió en el lugar causando angustia y preocupación, como fue la
desaparición de Laureano Rodriguez, Dorian Medina y Walter Acosta, que salieron a pescar y se aparecieron dos
días después cuando los familiares ya temían lo peor
Cuenta Laureano Rodríguez (el de la foto) que, como de costumbre salieron a
pescar en una orilla donde los árboles casi penetraban al agua y, sentados cómodamente
en las ramas se podían lanzar los anzuelos al agua. Pero se encontraron
inesperadamente atrapados en un grave problema: cuando abrían las
compuertas de Guri, el nivel del río subía de manera rápida y considerable y
eso ocurrió en aquel momento. El río comenzó a subir obligándolos a trepar a lo
mas alto de los árboles donde tuvieron que pasar la tarde, la noche y el día
siguiente, hasta que las aguas bajaron nuevamente y pudieron salir y regresar a
sus casa.
Más de uno se perdió en Toro Muerto. Una Semana Santa,
cuando al bajar el río, en el silencio se formaba una gran playa que se llenaba
de temporadistas, de la misma manera que las playas de Sucre y Anzoátegui, mi
hermano Gustavo, que tendría unos seis años, se perdió entre el río y el gentío
por más de tres horas, hasta que apareció tranquilamente como si no hubiera
pasado nada.
Toro muerto esta lleno de historias,-igual que Los Olivos- pero creo que una de
las que causó más revuelo fue la desaparición de Laureano,Dorian y Walter, porque hasta
las autoridades locales intervinieron tratando de localizarlos sin éxito en medio de la angustia de los familiares y vecinos. Gracias a Dios que solo fue un gran susto. Luego aparecieron temerosos, no por el peligro del que se habían salvado, sino
por lo que les esperaba en la casa, ya que en aquellas épocas no existía la LOPNA y el castigo corporal era el mejor remedio para las imprudencias y la
desobediencia.
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